perseveran mis pensamientos en esa noche de Octubre,
con la luna abrazándonos a lo lejos y un río sereno que acompañaba nuestras miradas.
Nunca más supe de ti, ahora tampoco sé de mi, permanezco en ese infinito momento
en el que te deje mi corazón y mi cordura...
Hay algo potente para la cordura, una gota de insania...
ResponderEliminar