Las verdades a medias no nos mienten, entre tú y yo, nos unen, de recelo y avaricia, enteros, contrapuestos y enteros, robando, partiéndonos el cuerpo, nos atan, inseguras, las manos nos cortan.
¿Y qué le voy a hacer; si tú me mientes, si yo te miento?
Lo peor de un mentiroso es que luego sea él el ofendido. Si ambos se mienten, pues que sigan disfrutando de lo que crean, si les sirve para pasar un buen momento.
ResponderEliminarSaludos